Monday, August 25, 2008

vendo camperas de montaña, pluma, polares-thenorthface-columbia-oldnavy-nike-etc- interesados peguen un grito- buenos, muy buenos, precios-
descubrimiento arqueologico en Machu Pichu-Pensamos que era una vasija incaica....

MACHUPIANDO

Sunday, August 03, 2008

¡Que viva el tren!
Desde la ciudad boliviana Puerto Quijarro (al este del dto de Santa Cruz) pretendíamos ir en tren hasta Santa Cruz de la Sierra, pero todo estaba vendido, y debíamos esperar hasta el día siguiente a las doce del mediodía. Yo le dije varias veces a Santiago que prefería ir en tren, que tenía mala espina con la flota, que la ruta debía ser muy mala (era, en efecto, casi en su totalidad de tierra), en fin, que no me hizo ni le hice caso a mi instinto y nos fuimos a la terminal. Partimos a las 16 y 30 en la flota Ibi Suarez. El chofer, que era un hombre de rulos y patillas que llevaba en su brazo derecho un tatuaje pintado con tinta china, al rato de partir decidió quedarse en cueros, lo cual es comprensible por el sofocante calor de la zona del pantanal. El ayudante del chofer llevaba una remera con una marca de sudor que le cubría desde el cuello hasta la zona de las tetillas, lo cual no es comprensible porque uno puede cambiarse la remera para evitar el disgusto ajeno. Apenas arrancamos, el techo del micro comenzó a vibrar fuerte, constante y ruidosamente, situación que despertó jocosidad entre los demás pasajeros. Nosotros eramos los únicos extranjeros. El estado de la flota era, siendo generosos, lamentable, pues solo le quepa un insulto. Un Mar Chiquita en su peor época era un full cama al lado de esta catramina. El sudado ayudante de conductor, colocó un ratoncito amarillo en un porta maleta y el pobre allí viajó las 24 horas (sí, el viaje duró 24 horas para poco más de 600 km) con lo que suponemos murió afixiado o de tristeza. Era lindo el ratón. Hasta las cuatro de la madrugada el ruidoso techo se movió intensa y temerariamente. Sin embargo, todos, menos yo, dormían. El techo iba tan calamitoso por viejo y feo y por varias decenas de cajones de palta que la chola que se sentaba comodamente en el primer asiento (donde el techo no se movía tanto) con cara de "yo no fui" había hecho colocar. Yo ya imaginaba muriendo aplatastada por esa deliciosa fruta verde, o si sobrevivía, golpeando fuertemente a la chola. Ya se había caído el plástico que cubría un fluorescente, y casi cae la mismísima luz, justo al lado de un crio de apenas un mes, pero llegamos a sostenerlo y llamamos al ayudante sudado que lo quitó y lo puso por ai, al lado del ratoncito en la cajuela portaequipaje. Además había dos guaguas que lloraban intermitentemente, uno de ellos con un celular chillón que le hacía feliz, pero eso no importaba porque enemigo era el techo. A eso de las cuatro de la mañana el colectivo quedó barado en el barro que se parecía a un pantatno, puesto que había llovido. Obviamente allí quedó hasta que madrugó el sol y el chofer adicto a los cigarros y a la coca, un paraguayo que había fundido un micro en la soledad del chaco paraguayo, y había quedado allí varado tres días con sus pasajeros, entre los que estaba, casualmente, ¡Santiago!. Ya con luz, los hombres y dos cholas bajaron a embarrarse (yo también, pero para ir al baño, bue, baño es una manera de decir), sacaron el barro de debajo de las ruedas y tiraron ramas, y así logramos salir, volvimos a quedarnos y nuevamente salimos, el guapo y kamikaze de nuestro chofer-torso-desnudo nos sacó de allí, un sitio donde diría más de treinta camiones y flotas habían quedado varados. La cosa es que con el esfuerzo del barro el techo fue descendiendo más y más, y yo era la loca que cuando apenas subimos había avisado dos tragedias: se va a caer la tapa del fluorescente, y más tarde, se caerá el techo. Nadie me hizo caso, pero la tapa del fluorescente ya había caido...La mayoría de las vigas que unían el techo ya estaban rotas, el colapso definitivo era para mí inminente. Seguimos andando por el barro, el bus se detuvo nuevamente: ahora sin gasolina. Al cabo de un rato consiguieron que un camión les venda. El colectivo inclinándose -demasiado, como si estuviera por volcar- hacia izquierda y derecha, y el techo moviendose temiblemente, con un ruido a serrucho que intercalaba con el golpe del cajón. El micro estaba más sucio que un chiquero de chanchos, pues todos descalzos habían trabajado en tierra enlodada, y ya estaba empezando a despegarse el plástico del techo. Cuando parecía que la suerte ya no nos acompañaría, y todo el techo estaba hundido y moviéndose varios centímetros como una masa homogénea, llegamos a un pueblo llamado Tres Cruces (tipo doce del mediodia) y le dijimos al chofer que baje la carga, pero no la bajó, así que allí nos quedamos Santiago y yo, y nos fuimos en taxi con otras personas hasta Santa Cruz. El techo no se cayó, lo supimos por un encuentro casual que tuvimos con una chola en otro bus camino a La Paz. Pero nos pegamos un harto cagaso, y declaramos que Ibi Suarez es la peor empresa de transporte de toda Bolivia, y eso es demasiao demasiao decir.
pd: pronto subiré el video que atestigua el movimiento del techo.

Thursday, October 04, 2007

Vivita y viajando
un blog de Casa Rodante producciones
próximamente

Thursday, September 20, 2007

Pequeñas paranoias reminiscentes
Cuando pequeña, se fijaba en mí la obsesiva idea de pisar la linea amarilla y no salirme de ahí, de lo contrario, algo terrible ocurriría. O jugar a la paleta contra la pared y aguantar sin que se caiga la pelota 100 veces, si no, otra vez, algo mala me sucedería. Fui a Brazil, a eso de los diez años, y no pude disfrutar la mayoría de los días porque creí tener un bulto en la frente, que finalmente se me hizo, de tanto tocar la zona. Sufría horrores por tener al otro día prueba de matemáticas, aritmética era definitivamente la muerte, y era destacadamente dura. Cosa que a grandes y pequeños rasgos se mantiene, pero ahora lo llevo con onda cool, aplomo y extrema dignidad. Me enroscaba pensando que llevarme una materia sería un bochorno, y recordaba con una frecuencia inmerecida hechos idiotas en los que me había sentido avergonzada. Una caída, la pollera en andas, y seguidamente, algo de bombacha en el medio de la escuela, el chico que te gusta se entera que gustás de él de una manera inapropiada, y otras pavadas.
Pero en ese momento eran cuestiones de estado.
Hoy mandé un mail de Greanpeace a amigos, profesores, y gente conocida pero con la que no tengo tanta confianza. Jamás mando cadenas, pero era por la Ley de Bosques, y me pareció importante. Ger (esto es lo que hay) me responde una pavada ¿el negocio lencería cris es de tu propiedad? y yo respondo, bromeando desde la jocosidad que me caracteriza y que todos ya conocen, una guarangada bien guarra. Ahí es cuando me detengo y pienso: ¿acaso he puesto reply o reply all? En ese caso, mis profesores leerían bajezas innombrables. Estuve toda la tarde paranoica pensando la imagen que de mí se harían, pero ahora sonrío pensando que ya la he hecho pedazos en años de estudiante de cuarta con disyuntivas socialistas truchas de quinta.
La paranoia regresa y se presenta en situaciones estúpidas. Aunque le pregunté a veinte personas si ese mail llegó, y no les llegó, sigo pensando ¿y si puse reply all y gmail se trabó pero esta noche en la soledad de sus casas les llega el mail bizarro?
Me recordó a mi infancia. Y a Horacio Oliveira cuando se le cae el terrón de azúcar en el restauran.
bueno estoy muy cansada hoy fue un día rarísimo esto de la tecnología te hace perder muchísimo tiempo quiero vivir en un mundo de tecnología de cuerdas de guitarra pero no de computadoras flash banda ancha, medio para escribir esto, que me permitió conocer gran gente, pero a su vez, sé que a esa gente la hubiese conocido de otras formas, la cosa es que lo de siempre, siempre es dos meses para mí, lo diario se me vuelve rutina con una velocidad atroz, trabajo y papelerío por la mañana, almuerzo familiar, siesta -esta vez hablando con mi hermano de cosas interesantes- llevar a los perros a la plaza, que se peleen y estén a punto de matar o morir, sus vidas son más intensas que la mía, la cosa es que la rutina de hace dos meses se vuelve insoportable si tenés un resfrío de la san puta que no te deja respirar, que te hace tocér cada tres minutos como si se tratara de un mal gag, y encima, escupir de cuando en vez esos gaseosos estornudos convertidos en gomoso moco que queda pegado en una servilleta pañuelo que alguien limpiará pero que yo no seré. En fin, día raro, cansado, dolor de oídos, muelas, garganta, cerebro, sueño. viva la onda del blog. viva. feliz día pre primavera.

Monday, September 17, 2007

Ropa a mitad de precio -y al precio de una cuota- para chicas.

Marcas pi pi cu cu (Wanama, Akiabara, Mab, Tuchi, Koxis).

Jeans, polleras, camperitas, remeras, bikinis, pantalones, vestidos, etc.

Pegá un grito y te toco el timbre.

Sunday, September 16, 2007


La Burocracia de la Virgen


Wednesday, September 12, 2007

Es largo pero vale la pena. Amazonia.
Hace unos meses, en un debate en una Universidad de EEUU, le preguntaron a Chico Buarque (Ministro de Educación de Brazil) su opinión sobre la internacionalización de la Amazonia. Quién introdujo su pregunta, aclaró que esperaba la respuesta de un humanista y no de un brasileño. La respuesta:

"Realmente, como brasileño, sólo hablaría en contra de la internacionalización de la Amazonia. Por más que nuestros gobiernos no cuiden debidamente ese patrimonio, él es nuestro. Como humanista, sintiendo el riesgo de la degradación ambiental que sufre la Amazonia, puedo imaginar su internacionalización, como también de todo lo demás, que es de suma importancia para la humanidad. Si la Amazonia, desde una ética humanista, debe ser internacionalizada, internacionalicemos también las reservas de petróleo del mundo entero. El petróleo es tan importante para el bienestar de la humanidad como la Amazonia para nuestro futuro. A pesar de eso, los dueños de las reservas creen tener el derecho de aumentar o disminuir la extracción de petróleo y subir o no su precio. De la misma forma, el capital financiero de los países ricos debería ser internacionalizado. Si la Amazonia es una reserva para todos los seres humanos, no se debería quemar solamente por la voluntad de un dueño o de un país. Quemar la Amazonia es tan grave como el desempleo provocado por las decisiones arbitrarias de los especuladores globales. No podemos permitir que las reservas financieras sirvan para quemar países enteros en la voluptuosidad de la especulación. También, antes que la Amazonia , me gustaría ver la internacionalización de los grandes museos del mundo. El Louvre no debe pertenecer sólo a Francia. Cada museo del mundo es el guardián de las piezas más bellas producidas por el genio humano. No se puede dejar que ese patrimonio cultural, como es el patrimonio natural amazónico, sea manipulado y destruido por el sólo placer de un propietario o de un país. No hace mucho tiempo, un millonario japonés decidió enterrar, junto con él, un cuadro de un gran maestro. Por el contrario, ese cuadro tendría que haber sido internacionalizado. Durante este encuentro, las Naciones Unidas están realizando el Foro Del Milenio, pero algunos presidentes de países tuvieron dificultades para participar, debido a situaciones desagradables surgidas en la frontera de los EE.UU. Por eso, creo que Nueva York, como sede de las Naciones Unidas, debe ser internacionalizada. Por lo menos Manhatan debería pertenecer a toda la humanidad. De la misma forma que París, Venecia, Roma, Londres, Río de Janeiro, Brasilia...cada ciudad, con su belleza específica, su historia del mundo, debería pertenecer al mundo entero. Si EEUU quiere internacionalizar la Amazonia, para no correr el riesgo de dejarla en manos de los brasileños, internacionalicemos todos los arsenales nucleares. Basta pensar que ellos ya demostraron que son capaces de usar esas armas, provocando una destrucción miles de veces mayor que las lamentables quemas realizadas en los bosques de Brasil. En sus discursos, los actuales candidatos a la presidencia de los Estados Unidos han defendido la idea de internacionalizar las reservas forestales del mundo a cambio de la deuda. Comencemos usando esa deuda para garantizar que cada niño del mundo tenga la posibilidad de comer y de ir a la escuela. Internacionalicemos a los niños, tratándolos a todos ellos sin importar el país donde nacieron, como patrimonio que merece los cuidados del mundo entero. Mucho más de lo que se merece la Amazonia. Cuando los dirigentes traten a los niños pobres del mundo como Patrimonio de la Humanidad, no permitirán que trabajen cuando deberían estudiar; que mueran cuando deberían vivir. Como humanista, acepto defender la internacionalización del mundo; pero, mientras el mundo me trate como brasileño, lucharé para que la Amazonia sea nuestra. ¡Solamente nuestra!".